El 2019 me ha traído, entre otras muchas cosas, la materialización de Consent Commons, una idea loca hecha realidad, en donde hemos trasladado a imágenes iconográficas textos legales complejos -en este caso, los relativos a la información que hay que facilitar cuando solicitas datos personales-. Detrás de este proyecto, y otros muchos que trabajan en la simplificación del lenguaje legal y su representación visual, subyace algo tan obvio como olvidado: que los derechos han de ser entendidos por quien los posee y los ejerce. Los juristas sin ser conscientes, o tal vez siéndolo mucho, hemos construido nuestro ejercicio en la idea de que somos sacerdotes de una religión críptica en donde sus fieles nos necesitan para poder entenderla y practicarla, reservándonos ese amplio espacio de oscuridad para vivir en él y de él. Este modo tan medieval de entender el Derecho es tan antiguo y está tan enraizado en nosotros que no hemos sido conscientes hasta hace poco de que las cosas se podían hacer de otro modo.
Confieso que me sorprendió saber que no estábamos solos en el mundo elitista de alejar a los demás de un determinado conocimiento. La exposición “Genealogías del arte o la historia del arte como arte visual” de la Fundación March se basa en una simple aunque rompedora premisa: “si la historia del arte se compone de objetos mayoritariamente destinados a ser vistos, ¿no debería ser también muy visual el modo de contarla? El caso es que no ha sido así, porque en ese relato ha prevalecido la narración textual y abstracta sobre la visual y concreta”.
La exposición materializa en tres dimensiones el diagrama de Alfred H. Barr, Jr. que ilustra el inicio de esta entrada y en el que explica la evolución estilística del arte desde 1890 a 1935. Barr, fundador en 1929 del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) y su primer director, lo compuso para la sobrecubierta del catálogo de una muestra pionera para el año 1936, Cubism and Abstract Art.
No solo vale la pena visitar la exposición por las maravillosas piezas que muestra y por cómo las muestra, sino también por la extraordinaria colección de las más variadas representaciones del pensamiento visual aplicado al arte en forma de árboles genealógicos, tablas, alegorías, mapas, planos, estampas, diagramas o gráficos informativos. Conmigo se han venido el catálogo con las reproducciones de todas las obras y representaciones visuales, y la referencia de Manuel Lima, UX Design Lead de Google y fundador de visualcomplexity.com.
Para alguien como yo fascinado por el poder de la imagen y su aplicación en la simplificación de realidades complejas, esta exposición, como todas las de la March, ha sido un verdadero descubrimiento que os recomiendo.
La exposición “Genealogías del arte o la historia del arte como arte visual” estará en la Fundación March de Madrid hasta el 11 de enero de 2020.