Tuve el honor de compartir mesa, aunque fuera telemática, con dos de los miembros de la comisión constituyente chilena. El resultado de este proceso será la aprobación de la primera constitución moderna que llevará de inicio incorporados los derechos fundamentales de naturaleza digital que los demás países llevamos a cartas genéricas que establecen listas de deseos y pautas de comportamiento público y privado sin fuerza jurídica vinculante.
Resulta especialmente interesante dentro de este proceso la introducción de los neuroderechos, no solo en su carta magna sino en leyes inferiores, de los que nos hemos inspirado en la redacción de la Carta de Derechos Digitales española.
Os dejo aquí el video y las reflexiones.
